Residencia, domicilio y hospitalidad: ¿cuáles son las diferencias?

Una persona con antecedentes migratorios en Italia necesita un lugar donde vivir (una casa) también para
tener la seguridad de poder renovar sus papeles. Este lugar se puede conseguir a través de la hospitalidad
de alguien o alquilando o comprando un piso o una habitación. Para algunos trámites es necesario demostrar que se tiene una residencia, es decir, el lugar que consta en los documentos oficiales donde una persona vive de forma permanente. Es importante no confundir residencia con domicilio, es decir, aquel lugar donde vive una persona, pero que no siempre se corresponde con la residencia.

Residencia

Es el lugar donde la persona tiene su «domicilio habitual», es decir, donde vive permanentemente. Sin
embargo, la residencia sólo adquiere carácter oficial cuando se inscribe en el Anagrafe (Registro Civil). Para solicitar la residencia, solicítela inscribiéndose en el registro civil del municipio donde desee residir.
Inmediatamente después de recibir su solicitud, la oficina le entregará un certificado válido durante tres
meses que acredita su solicitud.

En el plazo de seis meses recibirá la confirmación o denegación de su solicitud. En caso de confirmación, tendrá que ir a la Oficina a recoger el documento. Una vez que reciba la confirmación, la Policía Municipal podrá venir a comprobar que ha dicho la verdad y que realmente vive en la dirección que ha indicado. De esta forma obtendrás derechos y podrás acceder a muchos servicios de tu ciudad.

Por ejemplo, puedes votar, recibir asistencia sanitaria o inscribirte en la oficina de empleo.

Residencia temporal y residencia ficticia

Las oficinas municipales disponen de registros en los que inscriben a todas aquellas personas que han
solicitado la residencia temporal, es decir, por un periodo muy corto.

La residencia temporal es importante cuando tu residencia real está en otro lugar y no quieres ser eliminado de esas listas por tu periodo de ausencia.

La residencia ficticia es diferente, es decir, para personas sin hogar o que por razones graves no pueden tener una vivienda. Se trata de una forma que no existe, es decir, inventada, pero que tiene un importante valor jurídico. La residencia ficticia es importante porque sirve para obtener los siguientes documentos:

• el carné de identidad
• la tarjeta sanitaria
• la renovación del permiso de residencia
• el acceso a los servicios sociales de la zona

El domicilio

El domicilio es el lugar donde realizas tu trabajo o donde están sus afectos. En muchos casos domicilio y
residencia coinciden, es decir, están en el mismo lugar, pero en otros casos no es así. Así que ¡cuidado con confundirse!

Puede ocurrir, por ejemplo, que un estudiante se traslade a otra ciudad o región de Italia por motivos de estudios y decida mantener su residencia en su municipio de origen, aunque cambie de domicilio.

No es obligatorio declarar el domicilio. Sin embargo, en algunos casos puede ser necesario para cumplimentar, por ejemplo, determinados documentos para las administraciones públicas. En este caso, basta con redactar una autocertificación del domicilio, es decir, una declaración en la que se indique la dirección.

La hospitalidad

La declaración de hospitalidad se refiere a los casos en que alguien decide acogerte o darte alojamiento, sin
que exista un contrato que declare tu residencia en el lugar.

En este caso, quien te hospeda está obligado a comunicar tu presencia en el alojamiento en un plazo de 48 horas a la Jefatura de Policía, a la comisaría de policía o, en ausencia de estos, a la oficina municipal de la zona donde residas.

Deberás rellenar y firmar este formulario y añadir una copia de tus documentos de identidad y de los suyos (los del propietario del alojamiento).