Contrato de alquiler: qué se necesita y cómo hacerlo

Los ciudadanos italianos o de origen extranjero con permiso de residencia regular pueden alquilar una casa
(solos o con familiares/amigos) o una habitación en un piso donde ya viven otras personas. El alquiler
implica la firma de un documento llamado contrato de alquiler.

Con el contrato, el propietario de la casa y la persona firman un acuerdo que permite a la persona vivir en
esa casa (o habitación) durante un periodo fijo de tiempo, pagando una cantidad de dinero cada mes.

En el contrato de alquiler, el propietario de la casa indica al inquilino (persona que alquila):
• cuánto tiene que pagar cada mes;
• qué día del mes tiene que pagar el alquiler;
• cuánto tiempo puede vivir en la casa;
• qué otros gastos tiene que pagar (gas, electricidad, agua, internet, condominio)
• el tiempo necesario para rescindir el contrato y dejar la vivienda antes de que finalice el periodo de
alquiler
• a cuánto asciende la fianza, es decir, la cantidad de dinero que el inquilino paga como compromiso
de mantener la casa en buen estado y no dañarla.

Esta cantidad se devolverá al final del contrato si la casa está en buenas condiciones.
Cuando el inquilino firma el contrato, debe leerlo detenidamente y comprobar que toda esta información
está escrita para conocer las condiciones del arrendamiento. Sin embargo, lo más importante es que lo
entienda todo. Si no está seguro y la información le parece poco clara, puede pedir ayuda a una persona de
confianza que conozca bien la lengua italiana.
Alquilar una casa significa cambiar de domicilio, pero no siempre de residencia.

Documentos necesarios para tener un contrato de alquiler

Los documentos necesarios para alquilar una casa son:
• documento de identidad o pasaporte validos;
• código fiscal;
• permiso de residencia;
• documentos laborales como el cheque de pago y una copia del Certificado Único Fiscal (CU).

Cuando alquiles una casa, el propietario te pedirá garantías para asegurarse de que tengas capacidad para
pagar cada mes. Entre las garantías exigidas están, sin duda, tus documentos laborales. También puede
pedirte la firma de un avalista (a menudo tu empleador) y dos o tres meses de alquiler que tendrás que
pagar por adelantado.

Registro del contrato de alquiler

De acuerdo con la ley italiana, el propietario está obligado a registrar el contrato dentro de los 30 días
posteriores a la firma en la Agencia Tributaria.
Registrar el contrato tiene un costo, que el propietario y el inquilino suelen pagar a medias.
Recuerda que, si tienes bajos ingresos y un contrato de alquiler debidamente registrado, puedes obtener
ayuda económica de tu municipio.

Atención: Si el contrato no está registrado, se producirá un «alquiler en negro». En ese caso, el contrato no es válido y no podrás demostrar que tienes alojamiento para renovar el permiso de residencia.