El comienzo de un trabajo nuevo

Los primeros días en un nuevo trabajo pueden ser difíciles. Hay que aprender cosas nuevas y conocer a gente nueva. Lee algunos consejos para entender qué hacer y cómo manejar el estrés.

Comenzar un trabajo nuevo es muy estimulante porque nos da la oportunidad de un comienzo nuevo y aprovechar una oportunidad nueva. Para empezar a establecerse en el nuevo lugar de trabajo, es importante demostrar que uno es atento y amable. Es normal sentirse nervioso el primer día. Pero recuerda que has sido elegido porque tienes las cualidades para llevar a cabo el trabajo. Hay algunas pautas que puedes tener en mente durante los primeros días en tu nuevo trabajo para evitar comportamientos erróneos. 1. Aprende el itinerario y qué medio de transporte necesitas para llegar al trabajo. Primero, estudia la ruta para llegar al trabajo y calcula el tiempo que necesitas para ir andando o en transporte público (autobús, coche, etc.). De esta manera no llegarás tarde. 2. Sé puntual. Sé puntual en el trabajo, llega preferiblemente 5-10 minutos antes. Por ejemplo, si empiezas a trabajar a las 8 de la mañana, trata de llegar a las 7:50. De esa manera si necesitas cambiarte o prepararte para las 8:00, estarás listo para hacerlo. 3. Apaga tu móvil. Apaga el móvil o ponlo en modo vibración. Tu teléfono podría distraerte durante el trabajo. 4. Pregunta a tu supervisor o persona de contacto. Si tienes un supervisor o una persona de contacto, pide verlo cuando llegues. Cuando se reúna contigo no seas tímido. Ellos saben que es tu primer día de trabajo y esperan que les preguntes. Así, podrán ayudarte a familiarizar con el nuevo ambiente. Pregúntales lo que necesites saber antes de empezar el trabajo y qué es lo que tienes que hacer. Escucha atentamente lo que te digan. Hacer preguntas demuestra lo importante que es para ti hacer un buen trabajo. 5. Conoce a tus colegas. Preséntate a tus nuevos colegas y conoce quiénes son y qué trabajo hacen. De esta manera sabrás a quién pedir información si tienes alguna duda o problema en el futuro. 6. Tómate tu tiempo para aprender. Es normal sentirse incómodo cuando se empieza un trabajo nuevo. Todo el mundo sabe que cuando uno es nuevo se tienen que aprender muchas cosas. Céntrate y haz preguntas a tu supervisor o a tus colegas, que te ayuden a mejorar la realización de  tus tareas. Las preguntas muestran que estás interesado y entusiasmado con lo que estás haciendo. 7. Ves a trabajar todos los días en los que tienes que trabajar Si tienes un horario con turnos, cumple con los horarios que se te asignen. Tienes que estar en el trabajo hasta el final de tu turno. Si acabas pronto lo que tenías que hacer, pregunta si hay algo más que puedas hacer. Mostrarás que te importa el trabajo y que quieres contribuir tanto como sea posible. Si tienes una urgencia y necesitas salir del trabajo más temprano, pide permiso a tu supervisor primero. Nunca te vayas antes del final de tu turno sin avisar. 8. Si estás enfermo, avisa a tu lugar de trabajo tan pronto como sea posible. Explica que estás enfermo y que necesitas quedarte en casa ese día. Notifícalo de inmediato para que puedan encontrar a alguien para reemplazarte si fuese necesario. En caso de enfermedad, después de notificar al lugar de trabajo, tienes que contactar a un médico para que te vea y emita el certificado de enfermedad que tendrás que dar a tu empleador. 9. Ayuda a tus colegas. En negocios pequeños, puede que te pidan hacer muchas tareas diferentes. Si trabajas en un almacén de un supermercado, limpiar el suelo o colocar los productos en las estanterías podrían ser parte de tus tareas. Si un colega está de vacaciones, puede que te pidan hacer parte de sus tareas. Este es el tipo de trabajo y colaboración en equipo que se necesita para completar la tarea. Si muestras que eres colaborativo, tu supervisor lo recordará cuando haya una posibilidad de ascenso. 10. Siempre di la verdad. Puede que cometas un error Lo mejor es ser honesto con tu supervisor y tus colegas. Si cometes un error, está bien. Puedes decir que te equivocaste y que lo sientes. Esto puede ser difícil, pero se aprecia mucho en un ambiente de trabajo. 11. Sigue siempre las instrucciones que te hayan dado. Sigue siempre las instrucciones que te dé tu supervisor. Si no puedes hacer alguna de las cosas que te han pedido, por razones religiosas o personales, explica el por qué para lograr encontrar una solución. Recuerda que siempre es bueno compartir tus ideas y opiniones. De esta manera, tu supervisor y tus colegas conocerán tus motivaciones y las respetarán. Sin embargo, ten cuidado y no sigas las instrucciones, incluso de tu supervisor, si te piden que hagas cosas ilegales, es decir, asuntos serios prohibidos por la ley.

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